Nuestro proceso de tequila comienza como una planta de agave cruda, cultivada a mano con técnicas tradicionales en nuestra finca de Jalisco. La naturaleza rica en nutrientes del suelo volcánico rocoso de Jalisco hace que nuestras plantas de agave azul Weber sean más dulces, jugosas y excelentes integradoras de sabor.

Después de alcanzar la madurez alrededor de los siete años, seleccionamos individualmente y cosechamos a mano nuestras plantas de agave. Los cultivadores de agave altamente capacitados, llamados Jimadors, quitan las hojas de las plantas de agave con coas o palas afiladas y extraen la piña, o "corazón" de agave, del suelo. Las hojas de agave se dejan como abono y revigorizan el suelo de la finca.

De allí, nuestras piñas son llevadas a la destilería, donde son troceadas, apiladas y cocidas durante 24 horas en autoclave. Luego, el agave cocido se tritura y se presiona suavemente para conservar todo su sabor.

A continuación, el producto de agave cocido se fermenta utilizando una cepa de levadura secreta de la familia. La levadura convierte los azúcares de agave en un alcohol base, que se destilará para mayor claridad.

Durante la parte de destilación del proceso de tequila, el calor y la presión extraen un espíritu rico y sabroso. Luego se destila por segunda vez y se embotella como nuestro Blanco. Una parte se envejece en barricas de roble blanco en la finca, para producir nuestras expresiones Reposado, Añejo y Extra Añejo. El envejecimiento puede llevar más de tres años y medio.

Finalmente, nuestros tequilas añejos se embotellan con etiquetas aplicadas a mano y se envían a proveedores de licores de primera calidad, incluidos distribuidores en línea como Drizly.